viernes, 7 de agosto de 2015

EL CONCEPTO DE ESTRUCTURA





Por Griselda Labbate

Abstract
Durante todos mis años de estudio, nunca ningún docente logró deducir cuál era la diferencia entre forma musical y estructura musical. Una investigación, que comenzó como una simple curiosidad, terminó por darme la pauta de cuál es la definición del concepto de estructura.

Introducción
Muchas veces la gente se pregunta cómo un compositor produce una obra o cómo un escritor confecciona un escrito. En este caso, iba a comentar acerca del primer tema, pero me dí cuenta de que podía encarar los dos al mismo tiempo.
Es decir que, en este artículo explicaré como puede llegar a surgir una composición musical tanto como un escrito literario. Para la cuestión literaria, dividiré el artículo en “lecciones”, término tomado de los cursos y libros de ingles “lesson 1” para la primera clase del año, “lesson 2” para la del día siguiente, etc.
Con repecto a las composiciones musicales, primeramente compararé dos obras musicales y, luego, y de este modo arribaré, al concepto de estructura para las composiciones musicales. En las conclusiones comentaré algo más acerca de cómo surgen las composiciones musicales.

Lesson 1: De dónde viene la inspiración

Suele hablarse mucho acerca del término “inspiración”. Cualquier lego en artes cree que se trata de un estado divino donde un dios nos dicta lo que escribimos o componemos. Pues bien, la inspiración existe, no dicta a través de nosotros ninguna deidad, simplemente es un estado de concentración y catexia muy profundo donde las ideas confluyen a una velocidad mucho mayor que la acostumbrada. Pero esos momentos son pocos, si sólo pudiéramos componer o escribir en ese estado, no habría mucha producción artísitca. Lo que se hace entonces es recurrir a la técnica.
Una idea compositiva o literaria puede surgir en cualquier momento. A veces es leyendo un texto de donde surge otro nuevo, otras es contemplando una obra de arte de la cual surgirá una más y, en el caso de este escrito, la idea surgió en una charla de sobremesa.
Fui a una fiesta con la idea de divertirme y nada más. En la mesa había una enfermera que ama la música como algo maravilloso y de otro mundo. También había un pianista y una cantante que tienen una idea de la música más cercana a lo que en realidad es. En un momento dado se hablaba de las comedias musicales y la primera de estas personas mencionadas dijo las siguientes palabras en este orden “Musical Drácula- vals”. El pianista tarareó el inicio del tema, el cual comenzó con un simple “ta-táaaa”. Yo lo miré y le dije sorprendida “¡El brindis de La traviata de Verdi!”. Por supuesto que la enfermera me dijo “no nada que ver” y el pianista recién con mi comentario dijo: “ah, si, es cierto”.
Luego reflexioné en cómo llegué a esa conclusión tan rápida. Bueno, tiene mucho que ver mi entramado conceptual. Paso a explicar lo que mi mente hizo en un segundo. Cuando el pianista hizo “ta- ta”, el segundo “ta” llevaba una inflexión vocal hacia arriba y una espera, con lo cual me hizo sentir que se trataba de un salto musical ascendente y un valor más largo que el inicial y que se trataba  de una anacrusa porque la caída a tierra la realizó en el segundo “ta”. No fue precisa su afinación, apenas lo entonó porque no es un cantante, pero no fue necesario y paso a explicar por qué. Insisto en la inflexión del tono de su voz ya que, cuando leemos sólo bajamos el tono cuando hay un punto en la oración. Recordemos las veces en que uno mismo leía en voz alta en la escuela y decía, por ejemplo “ y vivieron felices para siempre… para siempre”, repitiendo las dos últimas palabras luego de haber visto el punto en la oración, que en la primera pasada no había sido notado.También recordemos las lecturas rítmicas, cuando uno lee una blanca, por ejemplo, los dos tiempos de duración se expresan en un  “ta” que se prolonga en la “a”, es decir “ta-a” pero esa segunda “a” no se inflexiona de manera descendente  si el ritmo continúa sino que se inflexiona hacia arriba. Podría pensarse que el salto de cuarta al final de un tango queda suspensivo como en el caso de este vals, pero no es así ya que la inflexión que le damos al decir “chan –chan” es conclusiva, como si hubiera un punto en la oración. Al quedar el inicio del vals como en un aparente ascenso suspensivo y prolongado entonces, no pude evitar terminar de relacionar la palabra “vals”  con el “ta-táaaa” y así caer en “Libiamo ne’ lieti calici” de la ópera de G. Verdi “La Traviata”.
Por supuesto que en ese momento la conversación terminó cuando la enfermera dijo “no, nada que ver” ,porque yo el vals del musical Drácula de Mahler –Cibrián nunca lo había escuchado, entonces no pude argumentar acerca de mi punto de vista.
Al día siguiente mi curiosidad fue mayor que mi cansacio y decidí buscar dicha composición en youtube. Por supuesto que al escuchar los primeros compases me di cuenta de que yo tenía razón y que había deducido perfectamente que se trataba de una obra, como decimos los músicos “afanosamente inspirada”. Y es a partir de ese momento que comienza la aventura. Lo primero que pensé fue hacer una breve encuenta entre alumnos y profesores de música acerca de esta cuestión, y someter a prueba mi audición. Es preferible retractarse que quedar hablando solo.

Lesson 2: La encuesta

Todavía sin ninguna intención de escribir nada al respecto, se me ocurrió la idea de realizar una encuesta, la cual fue hecha con los siguentes recursos: grabación de “Libiamo ne’ lieti calici” orquestal, grabación de “El vals del Emperador” de Johannes Strauss y, por supeusto, la grabación del “Vals del Brindis de Drácula”, también orquestal.
La muestra de población sería muy pequeña: cuatro alumnos y dos profesores.
Mi hipótesis era comprobar si realmente  el vals de Mahler había sido inspirado sobre el de Verdi. No se trataba de criticar al compositor ya que un compañero de estudio alguna vez dijo que su profesor de composición decía que “componer se trataba del arte de saber afanar”. Sólo estaba poniendo a prueba mi audición.
Decidí armar una encuesta. Para que no fuera tna obvio mi propósito y el encuestado no fuera inducido por mi a responder lo que yo quería, decidí agregar otro vals a la encuesta que en nada se parece al de Verdi, salvo por compartir la misma métrica y ser orquestal. El parámetro orquestación debía permanecer en los tres porque una versión cantada podría distraer mucho a los alumnos. La métrica debía ser la misma para tampoco inducir a la respuesta cambiando algo también tan sobresaliente como el ritmo de vals.
La encuesta consistía en hacer escuchar a algunos alumnos de canto y profesores del Instituto Istonium un fragmento de 30’’ del vals de Verdi sabiendo que lo iban a tener que comparar con otra obra. No se les dijo que escuchen la melodía ni el ritmo ni ningún otro parámetro musical, ya que la última pregunta de la encuesta iba a ir dirigida allí. Se lees hace escuchar, a continuación, un fragmento de la misma duración del vals de Strauss. Se les pregunta si les pareció: “idéntico- parecido- diferente-opuesto”. Luego de la respuesta se les volvió a hacer escuchar el gragmento del vals de Verdi para que lo tengan en la memoria y que, a continuación lo comparasen con el vals de Mahler. Las opciones fueron las mismas: si era “idéntico-parecido-diferente-opuesto”. La última pregunta se refería a si tenían conscientes qué parámetros musicales los llevaron a sacar las conclusiones a las que arrivaron. Para ello se les dio una guía de ayuda a los alumnos y ayuda memoria a los profesores: textura, ritmo, métrica, armonía, melodía, orquestación, tempo, dinámica, carácter, forma. El orden de la lista de parámetros trataba de no influenciar en nada a los oyentes.
Una vez que terminé de esbozar la encuesta,  comenzaron a llegar a mi ideas como “el concepto de estrella en lugar del concepto de genio”, “el concepto de estructura y la dificultad de definirlo”, “comedia musical”,”otros músicos que se hayan inspirado en obras clásicas” y comencé a escribir en papel, con lo cual me di cuenta, recién en ese punto, de que esto me estaba llevando a bocetear un escrito.
Comencé a pensar cómo comenzarlo y qué mejor idea que la anécdota de la sobremesa, pensé. Luego comentar la encuesta y luego las ideas que fueron surgiendo, para las cuales tenía que leer e investigar un poco más.
Y, en este caso, el escrito comenzó sin un título. De hecho, lo que han leído hasta ahora no tiene título y la encuesta aún no ha sido realizada.

Lesson 4: remisión a los grandes pensadores

Mientras escribía lo antedicho, recordé “La estructura ausente” de Umberto Eco y esta me parece una buena ocasión para releerlo. Encuentro elementos que pueden servirme más adelante y que desde luego citaré y comentaré. Además, Eco hace alusión al concepto de “obra abierta” otro de sus escritos, que incluso analicé cuando estudiaba y que parece que también se relaciona con lo que estoy desarrollando.
Me doy cuenta también de que es necesario recordar de qué se trata la Semiología musical, ya que los encuestados estarán en posición “estésica” al realizar la encuesta. De qué se trata esto?
  Los principales representantes de la Semiología musical son Jean Molino y Jean Jacques Nattiez. Los ejes que pertenecen a la misma son: Eje poiético, Eje inmanente o material[1] y Eje estésico.
  Lo primero que hay que tener en cuenta es que la Semiología musical es una disciplina que se dedica al análisis de los signos de las obras musicales, desde diferentes
  Los tres polos de la tripartición semiológico- musical de Jean Molino y Jean Jacques Nattiez son el eje  "poiético",  el eje de la “la huella material” y el "estésico". Pasaré a explicar a continuación cada uno de ellos.  Por poiética entiéndase "poiesis" que, en griego, significa creación. Para la semiología musical sólo estaría incluído en este lugar el compositor y todo aquello que lo conecte con su obra- cartas en las que mencione aspectos de la obra en cuestión, borradores de la misma, entrevistas-, elementos que el analista utilizará para analizarla desde este polo.
Como Eje o Polo de la huella material se considera principalmente a la partitura o cualquier elemento que mantenga una lógica que represente dicha pieza.
 Y haré referencia al eje que nos compete en este escrito, al Polo estésico. Esta palabra deriva, también, de un término griego, "aisthesis", que significa percepción, en este caso, auditiva. Claramente estamos situándonos en el lugar del oyente y los diferentes modos en que percibirá la música. A veces, se podrá saber de antemano qué se escuchará, aplicando las leyes de la Gestalt (estesis deductiva). Es decir que, teniendo la regla general, observo los rasgos y obtengo cada caso.
En otros casos, a través de una investigación, se realizará un proceso de inducción  para saberlo, es decir, se   preguntará a los oyentes qué escucharon (estesis externa). Es decir que de cada caso se observan los rasgos para formular la regla general.Para mejor información consultar el escrito de mi autoría “La semiología musical aplicada a la didáctica de la música” (Ver referencias).
Los alumnos se encontrarán algunos en posición estésica inductiva y otros en un nivel anterior, en una posición estésica abductiva. La posición abductiva consistiría en observar los rasgos, buscar una regla donde cuadren y así obtener el caso. Es el proceso por el que pasa un médico cuando un paciente lo consulta.
A partir de aquí, el escrito sí ya está casi en su totalidad armado en mi mente, sólo falta agregar el título (que surgió como pregunta y ya fue seleccionado como promesa de la ponencia),releerlo y corregirlo. Lo que sucedió entonces es que, de un escrito donde se comentaría una investigación, terminó desarrollándose un concepto nuevo, el de estrucutra musical. Es decir que, la forma de este escrito respondía a la de una investigación, donde hay una “hipótesis”, un “marco teórico”, un “planteo del problema” , “ objetivos”, “ variables”, “técnica de recolección de datos” (en este caso la encuesta) , “conclusiones”, ect. El orden en que se comentan los datos de la investigación, es decir el orden de las secciones- lo que deará como resultado la forma-,  es elegido por el escritor. De este modo surgirá una introducción o nó, una sección A, una B, una C, una remisión a A, etc, como en la música, donde las conclusiones son la coda.
Las palabras, el tono, el modo (lo que en música serían la melodía y el ritmo, el tempo, el carácter, la dinámica y la armonía), también serán elegidos por el escritor. De este modo el escritor selecciona determinados elementos para armar la estructura de su escrito.
El hecho de que como consecuencia colateral de la investigación surgira la definición de un concepto es un agregado a la estructura del escrito de una investigación común. Es decir que, la investigación quedó como recurso y la definición del concepto terminó siendo el objetivo y el contenido principal. Comento esto porque es así como surgen los escritos, suele saberse por dónde empezar pero no en dónde se va a terminar o a la inversa, tener un objetivo claro pero tener que encontrar la manera de contarlo
Dejaremos entonces las lecciones de escritura, ya que el misterio de cómo fue el proceso de creación del artículo ya ha sido develado, para continuar con el desarrollo de la parte musical hasta arribar al concepto de estructura y cómo se realiza una composición musical.

Resultados de la encuesta

La encuesta se realizó en el Instituto Istonium de la Localidad de Lanús,Provincia de Buenos Aires ,Argentina.
Los resultados de la encuesta fueron los esperados. Como conozco a las personas a las que se las propuse, pude suponer cuáles serían sus reacciones.
Los alumnos que sólo se encuentran interesados en las técnicas de su instrumento –en este caso canto y teclado- pero a los que las cuestiones musicales, por el momento, no llegan a producirles mucho interés -tal vez porque no se dan cuanta de lo importantes que son a la hora de interpretar una obra y la diferencia entre una interpretación que surge del producto de un análisis de la obra y otra que nó- encontraron similitudes entre el vals de Strauss y el de Verdi, pero el de Mahler les resulto el “diferente”. No pudieron decirme en qué los escuchaban similares y en qué diferentes.
Los alumnos que si se interesan en cuestiones musicales más allá de las técnicas de su instrumento –tengan este interés concientizado o nó- encontraron similitudes entre el vals de verdi y el de Mahler y, el “diferente” resultó ser el de Strauss, coincidiendo con mi percepción. Una alumna sólo pudo decirme que lo que le resultaba similar eran los “instrumentos”, es decir la orquestación.
A porpósito seleccioné versiones instrumentales, porque si alguna era cantada o en piano, eso podía influir mucho en las respuestas, ya que los parámetros centrales para mi eran melodía, ritmo, tempo, métrica, carácter y nó la orquestación.
Con los porfesorees ocurrió lo mismo, coincidieron en que el vals de Mahler se parecía demasiado al de Verdi y, el de Strauss era diferente. A ellos pude contarles los detalles de lo que yo había escuchado y estuvieron totalmente de acuerdo conmigo.
Es decir que, los legos o casi legos en materia musical pueden ser fácilmente engañados, no así los especialistas.


Explicación de la similitud entre los dos valses

 Veamos ahora en qué se parecen el vals de Mahler al vals de Verdi. Lo que más resalta en dos obras tonales como éstas, es por supuesto los parámetros “melodía” y “ritmo” y, como se trata de dos valses, la “métrica”. Pero a estos dos aspectos hay que agregar la “orquestación”, la “textura”, el “tempo”, el “carácter”,la “dinámica” y la “armonía”. En el caso de la “melodía”  la similitud se escucha desde el inicio: el vals de Verdi comienza con casi dos compases de introducción, en métrica de 3/8, sobre “sib-re-re/sib-re-re” en ritmo de negras. El vals de Mahler hace una llamada sobre sib pero para saltar a mib, es decir que, en esta obra la tónica es “mib” y “sib” es la dominante. Una sencilla inversión de roles, ya que en el vals de Verdi la tónica es sib. El sib es común a los dos valses. La idea se plantea como un  juego armónico, además de que armónicamente hay una inflexión a modo menor al utilizar el II grado de mib mayor, es decir fa menor.
El salto que sigue a la introducción del vals de Verdi es de 6ta mayor en anacrusa y la caída del “fa” al “re” dura cuatro tiempos. Casualmente, una vez que el vals de Mahler realiza el salto inicial, no de 6ta sino de 4ta, el valor del “ mib” es también de cuatro tiempos. Es decir que el ritmo (valores y anacrusas) es otro parámetro imitado en esta producción de 1991.
En el quinto compas del vals de Verdi se escucha un ascenso al otro fa. En el vals de Mahler el ascenso está reemplazado por su opuesto, es decir un descenso. Más adelante, el salto de 4ta pasará a convertirse en saslto de 6ta como en el vals de Verdi, cuando la armonía pase al II grado de la tonalidad de “Mib mayor”, o sea “fa menor”. El salto será “do- lab”.
Los intentos de disimular la melodía invirtiendo saltos o acortándolos fueron infructuosos, porque cambiar algo por su opuesto es como si no se le hubiera cambiado nada. Cuando llevamos una situación  a un extremo, es casi imposible no pensar en el otro lado opuesto. Pero para ello hay que conocer ambos lugares. Si veo a una persona toda vestida de negro automáticamente voy a pensar en una persona toda vestida de blanco, pero sólo si es que alguna vez vi una. Por este motivo la enfermera no podía pensar que los valses eran similares, porque sólo había estado en un extremo.

. La melodía de verdi es en dos arcos compelmentarios, es decir que tanto el antecedente como el consecuente forman un arco cada uno. La melodía de Mahler responde a dos fragmentos oblicuos descendentes (antecedente), uno ascendente y otros dos descendentes (consecuente).
Otra similitud es que Verdi utiliza una forma A-B con el siguiente orden:  A-B-A’B’, a la que también pueden aplicárseles los términos “estrofa-estribillo-estrofa-estribillo”. El vals de Mahler tiene también estructura A-B pero con este orden A-A’-B-A’-A’’-B’’’-B’’’’.

El esquema de Mahler se corresponde más con las canciones modernas, el de Verdi con el lied.
La dinámica es forte en ambos valses, la textura es homófona y la orquestación, en Verdi, es solistas (Violeta y Alfredo) orquesta y coro. En Mahler son los solistas (Drácula y Mina) y orquesta. Otra diferencia es que en Verdi los solistas cantan por separado y en Mahler cantan juntos al unísono las estrofas y el solista masculino canta solo el estribillo, el cual, en Verdi estaba destinado al coro.
Luego de la segunda y tercera estrofa la sección B es utilizada como interludio y luego es cantada por los dos solistas. Y, un fragmento de  la sección B, cumple la función de coda, como en el vals de Verdi. Una diferencia entonces es la utilización de las secciones, en Verdi cumplen la función de sección A y B y la coda está tomada de B. En Mahler la sección B es utilizada de interludio y un fragmento es la coda.
Luego explicaré las diferencias entre criterios formales y funciones formales, que es lo que se observa aquí.
Me reservo la opinión de las interpretaciones de Juan Rodo y Cecilia Milone, ya que el vals de Verdi fue interpretado en su momento por Luciano Pavarotti y Joan Shoutherland.
El tempo es un allegro para los dos valses, otro parámetro imitado. El carácter es algo diferente, ya que Mahler trata de imprimir un clima lúgubre y también afectuoso, ya que el texto en uno y otro son diferentes. En Verdi es un festejo y brindis por la vida y diversión, en Mahler los amantes se dicen cuánto sufrirían si tuvieran que separarse.
La conclusión es que la esctructura de los dos valses es prácticamente la misma. Repito lo que expliqué al comienzo. Si unimos las palabras Opera o Comedia musical –que sería la versión simplificada de la ópera del siglo XX- y “vals”, al cual le agregamos el tarareo del inicio en anacrusa y representando un salto ascendente (el mencionado “ta – táaaa)
Pasaré ahora a explicar con más precisión a qué se llama “estructura” y cual es la diferencia con el parámetro “forma”.

El  concepto de estructura:La estructura no es la forma

Durante mis años en dos conservatorios debo decir con tristeza que nunca ningún profesor me supo explicar la diferencia entre estructura y forma. Luego de muchos años y gracias a este ejemplo que encontré de estos dos valses pude esbozar una posible definición del concepto de “estrucutra musical”.
La estructura musical es el conjunto de diseños melódico, rítmico, métrico, textural, orquestal, formal, dinámico, temporal y de carácter que se seleccionaron para crear la obra.
Por ejemplo, para estructurar la melodía del vals de Verdi, éste seleccionó un diseño por saltos repetitivos y ascendentes. Si continuamos escuchando, notaremos, en el nivel de anclaje siguiente, que antecedente y consecuente forman una “melodía en arco”.
Para el ritmo Verdi seleccionó un comienzo en anacruza que descansa sobre un valor largo, luego lo suceden varias negras que coinciden con el pulso y en el descenso de la melodía en arco aparecen adornos en corcheas, es decir que la “densidad cronométrica” va creciendo.
El carácter seleccionado es de fiesta, el tempo allegro, la dinámica seleccionada es forte con algunas acentuaciones, la textura es homofónica, etc. Es decir que todo lo analizado anteriormente constituye la estructura de “Libiamo ne’ lieti calici”. Y, la forma seleccionada es un A-B-A’ con introducción y coda.
Pero entonces, ¿qué es la forma?
Existen los “criterios formales”, las “funciones formales” y “las formas musicales cristalizadas”. Los criterios formales son: de permanencia (A), de cambio (B) y de retorno(A’), también conocidos como exposición-desarrollo-reexposición o estrofa –estribillo-estrofa. Las funciones formales son: introducción, secciones (A,B,C,etc), interludio,interpolación, coda. Para una introducción por ejemplo, se puede utilizar tanto un motivo compuesto para ese fin como utilizar un fragmento de la sección B o estribillo como es el caso del tema de Lennon-McCartney “Can’t buy me love” . En la música comercial suele ocurrir que si la introducción fue realizada a parte hay grandes probabilidades de que vuelva a repetirse a manera de interludio. En el caso de la obra de The Beatles, el estribillo, además de cumplir con esta función cumple con las de introducción ya mencionada y la de coda. (Para una explicación más extensa remitirse a mi  escrito “Un acercamiento a la morfología musical”, ver bibliografía).
Las formas musicales cristalizadas son un patrón de composición que, con el transcurso de los años, se fue repitiendo y, en consecuencia, asentando  y cuyas particularidades son lo suficientemente destacables como para considerarlo un “molde”. En ellas, el compsitor podía donde volcar sus creaciones, moldes que fueron en cada caso “moldeados” nuevamente por el contenido. Me refiero a la “forma sonata”, a la “forma lied”, al “aria da capo”, al “motete”, etc. Una “sinfonía”, un “coral” o una “ópera” también son formas cristalizadas, además de que existen el género sinfónico, coral y operístico si anclamos en otro nivel.
Entonces, estos son algunos de los ejemplos de diseños que podemos utilizar al armar una composición:
-Melodía: en arco, evolutiva, en terrazas, recta, oblicua, ondulante, de alturas no definidas,etc.

Este punto sea tal vez el que necesite de algunos ejemplos. Recomiendo el libreo de Toch “La melodía” que ya se encuentra en internet. Pero para adelantar daré algunos ejemplos:
-melodía en arco: “arroró”, “frêre Jacques”; "Libiamo ne' lieti calici" de Verdi,en la cual el antecedente forma un arco y el consecuente otro; melodía ondulante: “Barcarola” de Offenbach;melodía recta: segundo movimiento de la 7ma Sinfonía de Beethoven; melodía de la Sonata Nº 27 llamada “Claro de Luna” de Beethoven; melodía en terrazas: “Marcha Nupcial” de Mendelssohn.

-Ritmo: regular, irregular, libre, etc.
-Métrica: 4/4, 3/4, 6/4, 3/8, etc.
-Carácter: alegre, expresivo, íntimo, melancólico, dulce, etc.
-Dinámica: forte, mezzoforte, piano, mezzopiano, pianissimo, etc.
-Tempo: presto, allegro, moderato, andante, etc.
-Armonía: tono, modo, modulaciones, etc.
-Textura: monodía (con o sin acompañamiento), homofonía, polifonía, etc.
-Orquestación: cantidad y tipos de instrumentos a utilizar.Criterios: asociación de timbres, semejanza, diferencia, etc.
-Forma: funciones (introducción, secciones, coda). Criterios (secciones de permanecia, cambio, retorno). Formas cristalizadas (forma sonata, rondó, scherzo, etc.)

-Espacialidad: comenzando por la acústica de teatros e iglesias y continuándose con el agregado de parlantes (desde la modalidad estéreohasta la octofonía, etc.)
 
Por supuesto que la elección de un diseño no implica que se lo mantenga a lo largo de toda la obra. Por ejemplo, en el caso de la dinámica, se utilizan constantemente variaciones o mejor conocidos como “matices”, es decir, modificaciones graduales y constantes de la dinámica. O, si se seleccionó el diseño melódico en arco no significa que no pueda pasarse a una melodía en terrazas más adelante.
De todas formas, la selección de estos elementos , el compositor no la hace tan conscientemente, es trabajo del analista descubrir cómo el compositor estructuró su obra.


Es decir que, a los parámetros musicales se les agregará el término “diseño”: diseño rítmico, diseño melódico, diseño formal, diseño textural, diseño armónico, diseño temporal, diseño dinámico, diseño métrico, diseño de carácter, diseño orquestal, diseño espacial, etc. De este modo los parámetros musicales pasarán a ser “diseños estructurales” que es lo que siempre han sido.
Con todos estos diseños se puede pasar a testear el nivel de “elaboración” de una obra. Suele utilizarse mucho para diferenciar la música académica, con altísimo nivel de elaboración, de la música comercial, con muy bajo nivel de elaboración.[1]


[1] Ver “Hacia una definición de qué es la música” de G. Labbate en griseldalabbate.blogspot.com.


En “La estructura ausente” Umberto Eco, el autor cita a Pierre Boulez al mencionar dos actitudes culturales: el Pensamiento serial y el pensamiento estructural de Levi-Strauss en la “Ouverture”  de “Le crue et le cuit”:
“La serie viene a ser una manera de pensar polivalente…Es una reacción total contra el pensamiento clásico, que pretende que la forma es, prácticamente algo preexistente y, a la vez, una morfología general.Aquí (en el pensamiento serial) no hay escalas constituidas, es decir,estructuras generales en las que se incerta un pensamiento particular, en cambio, el pensamiento del compositor, utilizando una metodología determinada, crea los objetos que precisa y la forma necesaria para organizarlos, cada vez que se ha de expresar.El pensamiento tonal clásico está fundado en un universo definitivo, a través de la gravitación y la atracción; en cambio, el pensamiento serial se funda en un universo de expansión perpetua.(Boulez, 1966, 297)” (Eco,1986:325)
Boulez parece confundir, si se me permite la crítica, las formas cristalizadas del clasicismo con el concepto de estructura. Si bien en el atonalismo las formas cristalizadas parecen desaparecer, las obras siguen manteniendo una estructura, ya que el compositor seleccionará o creará algún tipo de diseño melódico, un diseño rítmico, una métrica, etc. Que el ritmo sea libre o las alturaas no estén definidas, como será el caso dela música contemporánea no significa que no haya estrucura melódica o rítmica, es esa justamente, es “libre”. Lo que dará por resultado lo que explica a continuación de la cita de Boulez, Umberto Eco:
“ Sobre esta hipótesis de posibilidades orientadas, de una estimulación de experiencias elegidas, de puesta en duda de cualquier gramática establecida,se fundan las teorías de la obra abierta en la música en cualquier otra arte ( y la teoría de la obra abierta no es otra cosa que una poética del pensamiento serial) (cfr. Eco 1962)” (Eco, 1986:326)
En una obra donde se utiliza la “aleatoriedad”, la estructura va a ser variable. Si se le permite al intérprete variar un solo parámetro, la estructura permanecerá “parecida” a la anterior.
Deberá haber una modificación importante en más de un parámetro para que la obra suene diferente, además de que la misma debe haber sido concebida como “obra abierta”, de lo contrario, de un modo u otro seguiremos percibiendo las bases de la estrucutra original, como ocurriera con los valses mencionados, ya que, “Libiamo ne’ lieti calici” no fue compuesto como obra abierta. En las piezas que más diferencia encontramos es en las obras de compositores como  J. Cage, de E. Brown y de G. Kurtak, que utilizan la aleatoriedad. En ellas, se  presentan grafías que pueden ser leídas según prefiera el intérprete. En los “Folios” de E. Brown incluso se pueden seleccionar los instrumentos que se van a utilizar, el criterio de interpretación de las grafías, es decir si el parámetro escrito es la altura, o la intensidad, o el carácter, o el ritmo, etc. En “Játékok” de G. Kurtak, tenemos dos pentagramas uno con clave de sol y otro de fa, es decir que nos hace pensar en un piano, pero las grafías son figurales, eso significa que todos los otros parámetros, excepto la orquestación, son libres.

Conclusiones
Si intentamos modificar algunos de los parámetros de una obra clásica, creo que obtendríamos los mismos resultados que obtuvo Angel Mahler.Por ejemplo, por más que se modifiquen los valores del “Rondo alla turca” (tercer movimiento) de la Sonata Nº11 K331 de Mozart, se sigue reconociendo la melodía. Y si se modifica la melodía, por movimientos contrarios a la original, recurso que utilizara  Angel Mahler en su vals, de todas formas se reconoce la obra. Por supuesto que, habría que hacer otra investigación para corroborar los resultados, pero me guío por los obtenidos en la investigación anterior para afirmar que va a suceder algo similar.
Otro ejemplo con el cual puede seguir explicándose este hecho, es el comienzo inconfundible del primer movimiento de la Sinfonía Nº 5 de Beethoven, el famoso “tá-ta-ta-táaaa”, el cual no necesita ni siquiera de alturas, basta con ese motivo rímico inicial. Por más que modifiquemos las alturas, orquestación, etc, cada vez que escuchemos ese motivo evocaremos inevitablemente el comienzo de la sinfonía. De hecho, el mismo Beethoven utiliza este motivo en otras de sus obras-algunas compuestas incluso antes de la sinfonía que lo lleva como motivo generador de la obra- y nos remite, inevitablemente a su 5ta sinfonía.
Es decir que, para que una obra sea abierta, debe haber tenido que ser concebida como tal. Lo mismo ocurre con los escritos. En el mío, si alguien decidiera modificar el orden de las secciones no se entendería muy bien lo que sucedió y, tarde o temprano el lector lo ordenaría como se ordena un rompecabezas, ya que no fue concebido como una obra abierta, como era el caso, en los años ’90 de unas novelas que para seguir leyendo tenías que tirar los dados y te llevaban al siguiente capítulo.
El descubrimiento de la similitud estructural entre el vals de Mahler y el de Verdi me llevó a desarrollar el concepto de estructura, es decir que, de un hecho no muy loable como “inspirarse afanosamente” en la obra de otra, yo pude terminar de armar un concepto que, por años nunca nadie supo explicarme con exactitud.
Hablando un poco de las composiciones musicales, el origen de una obra puede venir de cuelquier parte, como ocurrió con el origen de este escrito: de una charla de sobremesa. En mi caso yo he compuesto obras pensando primero el título y tratando de que respondan a él, pensando primero en los materiales a utilizar , por ejemplo “oposiciones”, o como es en el último caso, como tributo a un gran fundador como fuera Pierre Schaeffer, de allí mi “Tribute Pathétique” del que hablo en otro artículo. Lo que no es correcto es tomar tantos elementos de una obra tan importante como es La Traviata y, con algunas modificaciones, apropiárselo. Si para una escuela de enseñanza generalizada, la maestra de grado me pide una canción que nombre las partes del cuerpo, yo le sugerí cambiarle la letra a “La bamba”:”a mover la cabeza, a mover la caeçbeza con muchas ganas, y arriba y arriba”, pero en ningún momento se me ocurriría ir a Derecho de Autor a registrarla. Muchas veces he tomado música de otros compositores y le he cambiado la letra para hacer más rápido y cumplir con algún pedido especial -incluso hasta le hice algunas variaciones a la música-, pero siempre fui conciente de que lo que estaba utilizando no era mío. Cuando Gustav Mahler, el compositor alemán del siglo XIX utilizó la canción infantil “Frêre Jacques” para comenzar su segundo movimineto de la Sinfonía Titán, siempre lo comentó y, por algo lo sabemos hasta hoy y no es ningún secreto. Es más, era una práctica muy común en esas épocas tomar canciones populares o infantiles e incorporarlas a las composiciones académicas. En este caso lo que él hace es cambiarle el modo, el tempo, modificar algunas notas melódicas y orquestarla.
Pero ya estamos entrando en temas éticos y dejaré la reflexión final a criterio de cada uno. Por el momento no contamos con ningún “genio” musical en estos tiempos, es más, este concepto está desapareciendo para ser reemplazado por el concepto de “estrella”. Qué seguirá después, no podemos predecirlo.


Bibliografía
Boulez,P. “Puntos de referencia”, editorial Gedisa, 1966,
Eco, U. “La estructura ausente”, Trad francisco Serra Cantarell, editorial Lumen ,1986 ,España
Eiriz, C. “Diseño curricular y música” Editorial Ricordi,1996,Argentina.
Labbate, G. “La semiología musical aplicada a la didáctica d ela música” griseldalabbate.blogspot.com y Jornadas de Reflexión de la Facultad de Diseño y Comunicación de la Universidad de Palermo, 2015.
Labbate,G. “Un acercamiento a la morfología musical”, Jornadas de Reflexión de la Facultad de Diseño y Comunicación de la Universidad de Palermo, 2014. Y en www: http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_articulo=10180&id_libro=484
Nattiez, Jean Jacques, "De la semiología general a la semiología de la música", Ejemplo de a Cathédrale Engloutie, de Debussy, traducci´´on de una versi´´on revisada por el autor, del arículo "De la semiologie générales a la semiologie musical", L'Example de La Cathédrale Engloutie, de Debussy, Quebec, Canadá, Editorial Protée, vol. XXV, Nº 2, 1997, traducción Mario Stern.
Toch, E. “La melodía”,editorial Labor S.A., 1989, España.



[1] Sigue habiendo controversias con respecto al nombre de este polo. Se trata del que ocupa la partitura o transcripción. Pero también se convierte en material la audición, es decir el eje estético y también el poiético, o sea el de la producción. También estos últimos poseen propiedades inmanentes, así que la búsqueda continúa, para este momento de la música en el que pareciera permanecer inmóvil…