Por Griselda Labbate
Abstract
El presente artículo se ofrece como una iniciación al
análisis musical.
Para ello partiremos del análisis de una canción de
Lennon-McCartney, aplicando los criterios y las funciones formales respectivas.
Este artículo fue publicaado por la Universidad de Palermo y puede encontrarse on line en http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_articulo=10180&id_libro=484
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Análisis musical
Cuando enseño a mis alumnos a analizar música, comienzo por
temas musicales conocidos por ellos, para acercarles los conceptos básicos de
morfología musical. Les sugiero que ellos traigan la música y juntos procedemos
a escuchar y analizar los temas.
De este modo se pueden trabajar los criterios formales
y las funciones formales. Para llegar a
ello, se deberá pasar obligatoriamente por cuestiones melódicas, rítmicas,
armónicas, tímbricas, de carácter, polifónicas, texturales, etc, recorriendo
todos los componentes de la música.
Las Formas
musicales cristalizadas: La forma
“canción”
Denominamos “forma musical
cristalizada” a un patrón de composición que, con el transcurso de los años, se
fue repitiendo y, en consecuencia, asentando
y cuyas particularidades son lo suficientemente destacables como para
considerarlo un “molde”. Una de estas formas clásicas es el “allegro de sonata”,
sobre el cual no nos extenderemos. Otra de estas formas es la “canción”.
Encontramos numerosos ejemplos de canciones, a lo largo de
la historia de la música. Una canción es una “monodia” con acompañamiento, es
decir, una melodía para ser cantada por una sola voz y ser acompañada por otros
instrumentos musicales.
En la Edad Media se destacaron los trovadores, que
interpretaban numerosos tipos de monodias con acompañamiento, entre ellas la
“balada”. La balada consistía en una sucesión de “estrofa”- “estribillo o
copla”- “estrofa”- “estribillo o copla”, es decir que se sucedía una forma
A-B-A’-B’-etc. Esta manera de organizar el discurso textual y musical es
bastante antigua. En las estrofas se contaba la historia, es decir que el texto
iba cambiando y, la copla, servía de remate, al repetirse siempre el mismo
texto. Por lo general la copla era más breve que las estrofas. Esta forma de
“estrofa-copla” se utilizó más adelante en la constitución de los villancicos
renacentistas, pero habiéndose abandonado la monodía por la polifonía.
Expliquemos ahora, de qué se trata esto de “A-B”.
Los criterios que se utilizan para analizar formalmente una
obra son los de “permanencia”, “cambio” y “retorno”. Esto significa que, hasta
que no escuchamos un cambio en la música se considera que se trata de una
permanencia en la sección, que, si es la primera, denominamos A. Una vez
producido el cambio –melódico, rítmico, armónico, tímbrico, temporal, etc-
señalamos a esta sección nueva como B. Y, al volver a escuchar la primera
sección, la reconocemos como un retorno, es decir A’. Por más que la repetición
sea exacta, se la considera una variante de la original porque la posición del
oyente ya no es la misma: no es lo mismo escuchar algo por primera vez que
escucharlo por segunda vez.
La monodia con acompañamiento volverá hacia 1607, cuando
Monteverdi estrene su primera Ópera “Orfeo y Euridice”. El “aria da capo” será
su exponente, con una forma A-B-A’, pero habiendo abandonado la terminología de
“estrofa-estribillo”. La denominación “da capo” significaba que la parte A
debía repetirse.
En el Romanticismo, surge otro ejemplo de canción monódica ,
el “lied” alemán . [i]
También se trataba de monodias con acompañamiento –preferentemente piano-,
interpretadas por los ciudadanos burgueses de la época.[ii]
Esta forma musical se componía de dos partes, a las que
volveremos a denominar A y B, respectivamente.
Una condición de esta forma lied es que la parte “A” debía repetirse, con lo
cual, la forma resultante era A-B-A’, igual al aria da capo barroca.
En las canciones populares actuales, es decir de género
melódico, rock, de nuestro folklore, etc,
la primera parte, o sea A, se denomina “estrofa” y, la segunda parte, o
sea B, se denomina “estribillo” o “copla”, retomando e integrando las
denominaciones medievales y renacentistas esparcidas desde Europa central al
Nuevo Continente. La variante que aparece en la actualidad es que, la forma de
la canción es un poco más extensa es decir, A-B-A’-B-A’’, por dar un ejemplo.
Algo que debe mencionarse es el uso del texto en la música. En
la balada medieval, dijimos que las estrofas variaban su texto pero la música
era la misma y que la copla respondía al mismo texto y a la misma música y era
más breve. Estrofas y estribillos se repetían varias veces. En la forma lied,
existían también dos partes pero ambas de la misma duración, de allí las
secciones A y B. La sección A se reexponía con el mismo texto. De este modo, la
primera sección seguía ocupando un lugar de supremacía por sobre la segunda, ya
que la repetición redoblaba su fuerza dentro de la obra. Es por estos detalles
que se podía reconocer un aria o lied con sólo escuchar la primera parte.
En las canciones actuales, las estrofas llevan siempre la misma
música pero va cambiando el texto. Es en ellas donde suele contarse la historia,
como ya hemos dicho. En cambio, el estribillo, se repite siempre con la misma
música pero también con el mismo texto. Es en él donde suele, generalmente,
encontrarse el título de la canción. Es por este hecho que, en la actualidad,
es más probable reconocer o recordar un tema por el estribillo que por su
estrofa.
Desde ya que este es un análisis muy generalizado de la
canción actual, ya que pueden presentar infinidad de variantes en su forma y ,
en el apartado siguiente veremos cómo se complementan estas partes fundantes
que son la estrofa y el estribillo.
Cabe destacar que, la diferencia que existe actualmente
entre música popular y música académica o clásica[iii] no era
tal hasta principios del siglo XX, donde la música elaborada era la música
popular del momento. Esta aclaración se hace ya que se mencionaron ejemplos
musicales que, en la actualidad, pertenecen a uno u otro género y, en su
momento no era así.
Hasta ahora, se explicaron aquí los componentes básicos de
una canción sin aludir a su organización temporal. Para ello se comentará el
aspecto “funciones formales”, ya que, el orden en que aparezcan estos
componentes tendrá que ver con requerimientos funcionales.
Funciones formales
Una vez identificadas las partes de la canción -desde los
criterios formales de permanencia,
cambio, retorno- estas pueden pasar a cumplir funciones diversas en el
transcurso de la misma. No basta entonces con saber “cuándo” algo cambia sino
que ahora debemos hacernos la pregunta “qué es” lo que estamos escuchando.
Estos lugares serán determinados por la relación existente entre las secciones.
Cada lugar tendrá una función dentro de la canción. Estas funciones son las de Introducción, Interludio, Coda, en un análisis básico.
Al iniciar un tema, probablemente escuchemos una
introducción. La función original de la Introducción es presentar la obra, introducirnos
en ella.
Hay que tener en cuenta que la introducción puede volver a
aparecer durante el transcurso del tema. Pero si este fuera el caso,ya no estaría
cumpliendo la función de introducción
sino que se trataría de un momento en la obra con una función diferente, la de
Interludio[iv]. Aunque
sea exactamente igual a la introducción, el momento de la obra es otro.
Las funciones del Interludio pueden ser diversas: para separar
secciones, para preparar al oyente para algo nuevo “a manera de introducción”,
para crear expectativa, para que el solista
muestre su virtuosismo , para
capturar nuevamente o renovar la atención del oyente.
En nuestro folklore las danzas, como la zamba, la chacarera,
etc., comienzan con una introducción, luego de las cuales aparecen dos estrofas
y luego, un estribillo. Al final de esta primera parte hay una pausa, un silencio
de espera y preparación. ¿Para qué? Probablemente para que los bailarines tomen
posiciones nuevamente y se preparen para la segunda parte. Aparece entonces
nuevamente la introducción, donde, en este caso, sí está cumpliéndose de nuevo
la función de presentación de esa segunda parte. Un ejemplo exacto de esta
forma es la zamba “Luna Tucumana” de Atahualpa Yupanqui.
La introducción también podría volver a aparecer al estar
finalizando un tema musical. Allí, su función también sería diferente, en ese caso
se trataría de una coda.
Ahora bien, parra armar una introducción se pueden realizar
infinidad de procedimientos. Si tomamos de ejemplo la canción “Can’t buy me
love” de Lennon-McCartney, encontraremos que la presentación fue creada con
partes del estribillo.
En “Can’t buy me love” el
estribillo aparece cumpliendo la función de introducción. Pero no se interpreta
completo, está elipsado, es decir, que sólo escuchamos los versos que dan
título al tema, dos veces.Sólo basta uno de estos versos para saber de qué
canción se trata, por eso este tipo de elipsis es además, una sinécdoque . Este
hecho ayuda a distinguir que su función no es de copla. Su función es la de
presentar el tema. ¿Pero cómo podemos saber esto desde el comienzo de un tema
musical? No podemos, para analizar una obra es necesario escucharla completa
varias veces antes de sacar alguna conclusión. Para saber qué función cumple
una sección dentro de una obra es necesario saber qué se escuchó antes y qué la
sucedió inmediatamente después. Una vez
que realizamos este procedimiento, podemos saber, que, en “Can’t buy me love” luego
de esa introducción, aparecen dos estrofas y aparece entonces sí el estribillo
completo, cumpliendo su función.
Un estribillo también puede ser interpretado instrumentalmente
–completo o en partes- y cumplir la función de introducción si está al comienzo
, de interludio si está entre secciones o de coda, si está al final.
Por ejemplo en “Can’t
buy me love” , el estribillo, al final de la canción, es cantado una última vez
pero el acompañamiento es completamente diferente al que se utilizó cuando
cumplía la función original de estribillo .En esta última interpretación se
vuelve muy percusivo. Además, se realiza la misma elipsis que cuando se lo
presentó como introducción.
Existen numerosas formas de mostrar que un tema está
terminando. En algunos casos se “rallenta” el último verso para señalar que
algo va a suceder: que la música se está deteniendo porque está llegando a su
fin.
En otros casos se repite nuevamente dejando de cumplir la
función de estribillo para cumplir la de coda. Esta repetición es generalmente
enfatizada en la interpretación, como si se le diera un “remate” a la obra.
Si el estribillo se repite varias veces hasta perderse,
determina que ya no se va a mostrar nada nuevo y que la obra se estaría
“despidiendo”.
Cabe aclarar aquí que lo expuesto hasta ahora para el
estribillo puede suceder exactamente igual para las estrofas, es decir, que
dejen de cumplir su función de contar la historia para pasar a ser una
introducción, un interludio, una coda.
En las canciones actuales de géneros como el rock, pop,
entre otros, es común encontrar una estrofa única y que no se repetirá, es
decir, una sección C. Esta “Interpolación” puede tener varias funciones. Algunas
pueden ser similares a las del interludio: volver a capturar o renovar la
atención del oyente, llevándonos a otro
lado momentáneamente.
Forma canción
En el caso de “Can’
buy me love”, de Lennon-McCartney, la forma estaría seccionada en dos partes, pero las funciones de los
elementos intervinientes comienzan a complejizarse.
Como introducción
encontraremos el que luego sabremos que es el “estribillo”. Cuando aparezca
cumpliendo esta función notaremos que, para la introducción se le aplicó un recorte,
una elipsis. Repetimos la necesidad de escuchar una obra varias veces para
analizarla, ya que el único modo se saber algo acerca de un fragmento musical
es conociendo qué se escuchó antes y qué se escuchó después.
Ambas secciones de
esta canción, estarían separadas por un interludio y no por una pausa como en el
caso de una zamba. Este interludio podría hacer las veces de “separador” entre
dos partes, ya que luego volverá a
aparecer el estribillo, con la elipsis, como al comienzo. Esta segunda parte
podrá considerarse que inicia desde el interludio o desde la que, en este caso
es la introducción de la segunda parte, es decir. Puede considerarse como
inicio de esta segunda parte el interludio, porque es un elemento nuevo que
parece llevarnos hacia otro lugar. La ambigüedad, durante el análisis de una
obra musical, se hará siempre presente.
Gráficamente puede
representarse de este modo:
Iintrod. - A- A- B- A Interlud.- Introd.- A - Coda
_______________________________________________
Parte
I (A) Parte II (B)
1’ 10’’ 1’
En la primera parte,
que podemos denominar A, hay repetición
de los elementos, de las estrofas específicamente. Este es un recurso musical,
utilizado desde hace siglos, que permite que el oyente retenga mejor los temas que formarán
parte de la obra. Recordemos, ya que estamos, que la repetición de un fragmento
musical, por más exacto que sea al fragmento anterior, nunca será percibido por
el oyente del mismo modo. No es lo mismo escuchar la primera estrofa luego de
la introducción que escuchar la segunda estrofa luego de la primera. Con esto
quiero decir que, el significado de cada parte será dado por lo que haya sonado
antes o por lo que suene después. Incluyo en esta cuestión de la recursividad,
a los silencios que pueden presentarse durante una obra: no es lo mismo
escuchar algo antes de lo cual hubo silencio que escucharlo de nuevo luego de
una sección sonora.
En la segunda parte de
“Can’ buy me love” , que podemos denominar B, los elementos son los mismos que
en la primera parte, pero sin repeticiones y con el agregado del interludio. En
esta segunda sección, la estrofa ya no se repite y el estribillo está en
función de coda, lo que hace que la sección sea más breve que la primera,
aunque, auditivamente, quedan perfectamente equilibradas.
El equilibrio se dará
porque en la primera sección se presentan todos los elementos de la canción. El
tema sobre el que tratará la obra y las dos partes musicales principales:
estrofa y estribillo. Hay mucha información. Pero al tener esta sección tres
estrofas, esta redundancia sobre uno de los elementos, se reduce el nivel de
incertidumbre producido en el oyente acerca de lo que vendrá Además, en esta
primera sección se presenta el estribillo completo,se le interpola un verso
más, que durante la introducción no apareció. Esa elipsis inicial o interpolación posterior
–depende cómo se desee interpretarla- que se realiza con el estribillo, apenas
será registrada en el todo que es la canción.Por este motivo es que denominamos
a esta elipsis, sinécdoque, por ser, ese verso inicial, representativo de toda
la obra.. Recordemos, además, que se trata de un tema musical bailable. A no
ser que nos pongamos a analizarlo como estamos haciendo en este momento, muchos
elementos nos pasarán inadvertidos. Pero si estos elementos no estuvieran,
alterarían todo este equilibrio del que estamos hablando.
La duración de ambas
secciones es casi la misma. El interludio de la segunda parte equilibra la
ausencia de las repeticiones de las estrofas, como ocurriera en la primera
parte. Estas dos secciones podrían articularse desde la tensión en el tono
muscular. En la primera parte se exponen los temas y la incertidumbre acerca de
lo que va a venir es mucha. Esta sección es de “tensión”. La segunda parte
repite la introducción y la estrofa, es decir que nos encontramos en un
universo ya conocido, por lo tanto, la tensión se va relajando, con lo cual se
podría decir que esta sección es de “reposo”.
Conclusión
Para analizar una
canción lo importante es reconocer primeramente los criterios formales, es
decir, permanencia, cambio y retorno. Luego remitirnos a la organización
temporal de donde extraeremos las funciones formales de cada sección.
Si se desea empezar a
analizar temas musicales, se sugiere comenzar por canciones sencillas ya que el
texto es un fuerte guía de la audición. Luego, paulatinamente se podrá pasar a
analizar temas puramente instrumentales.
Una vez reconocidas
las partes de una obra y sus funciones, pueden aplicarse a la musicalización de
audiovisuales con mayor conocimiento de los elementos que se están aplicando al
mismo.
Se sugiere acompañar
el análisis de un tema musical con un marco histórico apropiado para
enriquecerlo. Esto también ayudará al musicalizador a aplicar más acertadamente
la selección de obras al audiovisual.
Bibliografía
Eiriz,C. (1996) “Diseño curricular y música”, Bs. As. :Editorial
Ricordi.
Suarez
Urtubey,Pola (1994) “Breve historia de la música” , Bs. As.: Editorial claridad
[i]
Lied , en alemán, significa
canción.
[ii]
La música había llegado a los hogares burgueses ya en el Romanticismo, cuando
las familias se reunían a interpretar corales.
[iii]
No es conveniente denominar a
la música académica como música clásica, ya que el clasicismo fue un Período
musical que se extendió de 1750 – fecha de la muerte de Bach- hasta 1827 –fecha
de la muerte de Beethoven-. Cuando se dice que un tema es “ clásico” conviene
referirse a que se trata de una composición que lleva más de veinte años de
vigencia. En ese sentido sí es correcto denominar a la música académica como
“clásica”.
[iv]
“Inter” significa entre y,
“ludos” significa juego.
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