martes, 31 de marzo de 2020

Se detuvo

El sonido hoy es silencio,
no molestan los vecinos,
escuchás los pajaritos
y, capaz, un colectivo
y una motito pasar.
La lluvia en el pavimento:
una fiesta a los sentidos.
Aletean las palomas…
¡Qué silencio el del sonido!

Y hasta podés dormir siesta
como cuando éramos chicos.
¿Un milagro? No, un virus
que se está haciendo visible
a través de los oídos.
Porque, si estando dormidos,
con tremendo ruido diario,
para que el mundo despierte
se necesitó callarlo.

Y así el mundo se detuvo
a escuchar un mudo grito:
¡Por favor, no me destruyan
que se destruyen conmigo!






No hay comentarios:

Publicar un comentario